Bruselas, 6 dic (EFE).- Los Veintisiete respaldarán mañana un nuevo sistema de etiquetado para alimentos que deberá incluir obligatoriamente datos claros sobre el contenido energético, carbohidratos (incluido el azúcar), grasas, grasa saturadas, sal y proteínas por cada 100 gramos o 100 mililitros.
Tras casi tres años de negociación, los ministros europeos de Sanidad y Consumo apoyarán la introducción del nuevo etiquetado con el objetivo de ayudar a los consumidores a tomar una decisión en función del contenido de los productos.
El vino, la cerveza, las bebidas alcohólicas aromatizadas y los licores no tendrán que cumplir de momento el reglamento sobre etiquetado, como reclamaban países como España.
No obstante, la Comisión Europea deberá estudiar en el plazo de cinco años desde la entrada en vigor de la medida si aún está justificada esta exención.
A escala comunitaria tampoco se requerirá respetar el sistema de etiquetado a las comidas no envasadas, aunque los países son libres de imponer este tipo de obligaciones a nivel nacional.
Sí tendrá que constar, en cambio, cualquier alergénico presente en el producto.
La industria alimentaria podrá indicar el contenido en colesterol y fibra, entre otros componentes, de manera voluntaria y no estará obligada a respetar un formato concreto de etiquetado siempre que se atenga a unos criterios mínimos, como que la letra no sea menor de 1,2 milímetros.
España respaldará la medida, pero tiene previsto hacer constar su desacuerdo con respecto al formato, ya que entiende que sería más adecuado imponer un modelo armonizado, adelantaron hoy fuentes diplomáticas.
La delegación española también manifestará su disconformidad con respecto a la obligación de etiquetar las carnes -hasta ahora sólo se exigía etiquetar el vacuno-, en lugar de permitir que sea voluntario.
Alemania, Dinamarca, Suecia y Holanda también se oponen a esta obligación y defienden que antes de ponerse en práctica se evalúe el impacto económico que podría tener la medida.
La modificación del etiquetado figura en un reglamento sobre el que ya se pronunció el Parlamento Europeo en junio.
Tras el voto de mañana en el Consejo, la Eurocámara tendrá que ratificar la medida. Los países tendrán entre tres y cinco años para aplicar el nuevo etiquetado, con lo que es probable que no sea efectivo hasta 2013 o 2014. EFE
Fuente: ABC