Echinocactus grusonii, más conocido como “asiento de suegra”: un cactus que pica, como todos, pero que la empresa mallorquina Cactus Toni Moreno ha conseguido que pique más en China, de donde proviene la mitad de su facturación. Los chinos lo importan para regalárselo entre sí, y con ello el mensaje que quieren transmitir no es un “detalle picante” para con la suegra, sino el otorgamiento de poder y reconocimiento al agasajado. Cuanto más grande sea la planta, más importancia conceden al que recibe el regalo.
¿Cómo de grande será el cactus para una suegra china? ¡Una incógnita!
Con forma de balón, el “asiento de suegra” necesita unos seis años para alcanzar los 25 centímetros de diámetro. Y después, ¡a sentarse, como un faquir!
Ayudada por el PIPE y a las puertas del PAPI (programas ambos de apoyo a las empresas del ICEX), la firma mallorquina va a tratar de extender sus mercados exteriores -hoy los Países Bajos, Francia, Italia…, además de la ya mencionada China- hacia Europa del Este y sobre todo hacia Alemania, una asignatura pendiente para la empresa, una espina clavada, un espinoso “asiento de suegra”, ya que, hasta ahora, solo ha logrado vender allí de forma indirecta.
Y resta Perú, un mercado prometedor, en cuya franja costera quiere instalarse para producir sus cactus, pues las condiciones del clima son tan favorables como los de la isla mallorquina.
Y resta Perú, un mercado prometedor, en cuya franja costera quiere instalarse para producir sus cactus, pues las condiciones del clima son tan favorables como los de la isla mallorquina.
Fuente: El exportador Digital
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