China está aprovechando los flancos débiles de Europa para intentar su asalto. La tambaleante Irlanda ha dado la bienvenida a un gran proyecto para convertir una población de su interior, Athlone, en un enorme centro expositor de más veinte naves en el que las empresas chinas puedan presentar sus productos y servicios, sin necesidad así de que los europeos tengan que viajar hasta China. En otro proyecto más avanzado, el coloso amarillo convertirá el puerto griego de Pireo en su centro para la llegada de contenedores a Europa.
Los irlandeses ya le llaman Pekín-on-Shannon, aunque el plan para convertir el centro de Irlanda, a orillas del río Shannon, en el escaparate en Europa de la industria china aún debe avanzar varios estadios. De momento, el primer ministro irlandés, Brian Cowen, ha expresado el apoyo de su Gobierno, mientras que las autoridades locales ya tramitan la venta de un terreno valorado en 50 millones de euros. El hecho de que no se haya desvelado qué grandes inversores están detrás de la iniciativa ha hecho, de todos modos, que algunos sectores la vean con escepticismo.
«Es algo todavía en proceso de maduración y veremos lo que ocurre, pero está claro que Irlanda ofrece la ventaja del idioma inglés y de la baja tasación a las empresas, lo que le convierte en puerta ideal para entrar en la UE», se asegura desde el Ministerio de Exteriores. Son ventajas que han supuesto la instalación en la isla durante el «boom» del tigre celta de más de mil empresas de alta tecnología, desde grandes multinacionales como Hewlett-Packard, Intel y Google a las principales empresas médicas y farmacéuticas. En el último año ha habido una ralentización en la captación de nuevas inversiones, si bien en octubre Facebook abrió en Dublín su sede internacional.
El proyecto de Athlone, además, prevé la construcción de dos hoteles de cinco estrellas, complejos de apartamentos, campos de golf, dos terminales de autobuses y una estación de tren. La creación de esas infraestructuras, junto con la autopista de conexión con Dublín ya existente, facilitaría la llegada de entre 20.000 y 35.000 visitantes a la semana, de acuerdo con los promotores, quienes están actuando a través de pequeños empresarios chinos ya establecidos en el país. Todo ello podría generar 10.000 puestos de trabajo; unos 2.000 estarían ocupados por chinos.
Fuente: ABC
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